"Te quiero. Y no como se quiere a un
amigo, aunque creo que somos grandes amigos, y tampoco de ese modo en
que se tiene cariño a un perrito, supongo que tú lo definirías así.
Te amo. Es muy, muy sencillo, y muy sincero. Eres el compendio de todo lo que he buscado siempre en otro ser humano.
Sé que tú piensas en mí sólo como amigo, y que cruzar esa línea es lo
más alejado a una opción que vayas a considerar pero... tenía que
decirlo. Es que ya no puedo soportarlo más.
No
puedo estar junto a ti y reprimir mis ganas de abrazarte... y no
puedo... no puedo mirarte a los ojos sin sentir esa pasión sobre la que
sólo se lee en las novelas románticas baratas. No puedo hablar contigo sin querer expresar el amor que siento por todo lo que eres.
Sé
que esto seguramente joderá nuestra relación, no va con segundas, pero
tenía que decirlo. Porque nunca había sentido algo así.
Y no me importa, me gusta quién soy debido a esto, y si sacarlo a la
luz significa que ya no vamos a poder salir juntos, entonces me duele,
pero, ¡Dios!, es que no puedo dejar pasar otro día sin soltarlo todo,
independientemente de las consecuencias, las cuales, a juzgar por tu
mirada, serán un inevitable rechazo.
Y,
¿sabes?, eso lo aceptaré, pero sé, sé que una parte de ti está dudando
en este momento; y ese momento de duda significa que tú también sientes
algo. Todo lo que te pido es que por favor no te niegues a ese
sentimiento, e intentes aceptarlo durante diez segundos.
No
hay otra alma en este jodido planeta que nunca me haya hecho sentir ser
la mitad de la persona que soy cuando estoy contigo y arriesgaría esta
amistad por la posibilidad de tener algo más porque creo que eso es
algo que está entre tú y yo. No puedes negarlo.
Incluso
si nunca... si nunca volvemos a hablar después de esta noche, por favor
entiende que me has cambiado para siempre por ser quien eres y por lo
que significas para mí. Eso, a pesar de que te lo agradezco, es algo que
no necesito que ningún cuadro de pajaritos me recuerde."
sábado, 8 de febrero de 2014
martes, 4 de febrero de 2014
Lo siento si te hago daño, pero así es la vida.
Son las 7 de la mañana y te preparas para ir al trabajo. No
tienes coche y coges el autobús. Un medio de transporte que mueve vidas,
personas que compartirán momentos o que quizás lo cogen con el mismo fin, ir al
trabajo, pero llevan una vida totalmente diferente a la tuya. ¿Alguna vez te
has parado a pensar las vueltas que da la vida y que quizás la persona que
tienes sentada a tu lado, la cual no conoces absolutamente de nada, esté de una
manera u otra conectada a ti?
En la vida tomamos decisiones y todas nos han
llevado a acabar como estamos en este mismo momento, pero ¿y si en vez de
mudarnos a la sierra nos hubiésemos mudado a la playa? O ¿y si en vez de salir
con aquel chico, le hubiésemos rechazado? ¿Seríamos nosotros mismos los mismos
que somos ahora?
Yo creo que no.
Cada acción o decisión que tomamos a lo largo de nuestra
vida nos ha hecho ser quienes somos, nuestros enfados con amigos, nuestras
discusiones con la familia e incluso con nuestros ex’s y nuestras parejas
actuales.
La familia no la elegimos, nacemos de manera aleatoria en la
que nos toca y ellos nos hacen crecer de manera diferente, ya que nunca nos
podremos alejar de ellos y nos querrán siempre.
Pero, sin embargo, los amigos y
la pareja, son la familia que escogemos y por ellos, las decisiones que hemos
tomado, igual no siempre han sido las acertadas y nos hemos equivocado una que
otra vez, pero hemos aprendido a no cometer los mismos errores en la vida. Con
tus amigos puedes discutir y volverte a reconciliar, o puede ser que ya no
quieras compartir tu vida con ellos porque esa etapa ya haya finalizado y es
tan simple como decirles adiós.
A tu pareja, habrá veces que la escojas mejor o peor, pero de cada uno aprendemos igual, aprenderemos lo que cada uno quiera enseñarnos, y de el porqué de que acabara la relación para no volverlo a cometer.
A tu pareja, habrá veces que la escojas mejor o peor, pero de cada uno aprendemos igual, aprenderemos lo que cada uno quiera enseñarnos, y de el porqué de que acabara la relación para no volverlo a cometer.
Puede ser que hagamos cosas mal en nuestra vida, muchas
seguro, pero esto es lo que nos hace aprender y llegar a ser quienes somos. No digo que, en mi
caso, me arrepienta de lo que he hecho mal, ni mucho menos.
He cometido muchísimos errores en mi vida, en los que según
avanzo en ella intento arreglarlos, nunca se puede volver a atrás, pero es tan
simple como hacer las cosas de diferente manera. Si antes no dio resultado una
acción ¿porqué repetirla?, hay que cambiar y cambiar a mejor.
La gente me puede etiquetar de insensible, de idiota, de
cabezota o incluso en algunos casos acusarme de buying, pero creo que decir la
verdad después de un gran desengaño es parte del cambio, no puedes callarte. Si
quieres arreglar algo que se ha roto, esconderlo no vale de nada, hay que
enfrentarse a ello y arreglarlo. Y eso forma parte de mi visión de cambiar, de
cambiar a mejor, porque decir la verdad duele, pero prefiero ser sincera con el
mundo y que me tachen de insensible a tener que estar sonriendo a quien me hace
daño y que me tachen de hipócrita.
La vida da muchas vueltas, y quien ahora te quiere igual
mañana te odia. Y quien hoy se sienta contigo en el autobús, quizás no sea
nadie, pero quizás, solo quizás, sea alguien importante en el futuro, todo
depende de lo que hagas tu vida, Solo tenemos una y tenemos que saber
utilizarla.
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